CORONAVIRUS
DE LA
CORPOREIDAD A LA ESPIRITUALIDAD
entendidos como: (todo
lo material) (nivel superior en las
relaciones con el otro)
Con los acontecimientos acaecidos en los países desde la
aparición del coronavirus en China se puede hacer una buena reflexión en torno
a estos hechos y las nuevas circunstancias que se dan por primera vez en el
mundo, por lo menos a los actuales habitantes y que han generado sentimientos,
emociones y acciones que se pueden describir de la siguiente manera:
Confrontación con la posibilidad cercana de nuestra muerte o
la de nuestros seres amados de manera colectiva, la incertidumbre de no saber
en qué momento llegará el virus a nuestro hogar porque ya viene de un país tan
lejano como China, vimos como llegó a Europa, luego países vecinos, hasta que
llegó al país, a ciudades cercanas y no sabemos cuándo nos llegará o si
finalizará antes que nos contagie, pedimos a gritos medidas extremas para que
personas contagiadas no lleguen ni al país ni a la ciudad, no queremos morir y
menos ver muertos a nuestros seres queridos.
La restricción al contacto físico entre las personas, como
latinos necesitamos de contacto con el otro un saludo de manos, un abrazo y
hasta un beso o una palmada en la espalda ya no se podrán hacer, ¿hasta cuándo?
¿O será que ya no volverá a hacerse?, así manifestamos la alegría de
encontrarnos con alguien, mostramos el interés y la importancia del otro, hacer
notorio nuestro amor o cariño o simplemente regocijarnos en ese saludo para dar
ánimo o calor humano y si estoy en una reunión deberé estar a un metro con
cincuenta de mi amigo o amiga como sentirse entre enemigos, todos son un
peligro para mí.
Cuarentena en nuestras casas, muchos días sin salir de casa
junto a toda la familia, será que lo disfrutaremos, o no nos soportaremos los
unos a los otros, ¿qué hacer? ¿Cómo pasar el tiempo? Será que compartimos o
cada uno en su habitación y pare de contar, pero cómo no aprovechar para
integrarnos, conocernos, dedicarnos ese tiempo que no se ha logrado, estar
pendiente el uno del otro por si manifiesta algún síntoma, ¡Nooo! Entonces
salimos a abastecernos de los alimentos y los implementos que nos protegen, compramos
todo lo que mas podamos así no lo necesitemos y no nos importa dejar a los
demás sin sus insumos requeridos, problema de ellos.
Prohibición de reuniones masivas, nuestras celebraciones o
actividades de diversión o trabajo donde podría mostrarme, sentirme parte de un
logro o de mostrar mi gran conocimiento o divertirme locamente, solo ser, entre
todos sentir el calor, la fuerza o energía que me dan los demás, simplemente
sentirme alguien.
Acciones para cuidarme y cuidar al otro, lavar las manos cada
tres horas, uso de tapabocas si me encuentro infectado o agripado, 14 días de
aislamiento preventivo. Tal vez por primera vez pienso en el otro que debe
cumplir con todos los requerimientos, que no se vaya a contagiar porque corro
peligro, si el sale afectado yo me afecto, por lo tanto, yo me cuido no quiero
ni contagiarme ni contagiar a nadie, reconocimos que el otro importa, existe y
está conectado conmigo.
Cuidado máximo a los adultos mayores, ¡por Dios, recordé que
tengo abuelos, tíos abuelos, que están vivos! Y si se contagian podremos todos
terminar mal, más ellos por sus años, por sus enfermedades, a cuidarlos, darles
cariño y atención, que pasará con todos aquellos que viven solos o que están en
los hogares geriátricos o simplemente en la calle, los invisibles se visibilizaron,
vamos a protegerlos.
Gran deseo global de que ningún ser humano más se contagie y
que ésta pesadilla termine, por fin pensamos globalmente y queremos llevar
nuestra energía a que nadie más en el mundo se contagie, que todos se cuiden,
que cumplan las normas que cada país está implementando, es un sentimiento
global. Al fin somos un solo deseo y nos preocupan todos en general.
Pérdida del valor o interés del dinero por parte de las
personas, de lo material, de lo cultural, deportivo o entretenimiento, en este
momento de que nos valen las cosas, el dinero, los títulos, nuestros hobbies,
aficiones, gustos etc., si nada de eso nos salvará o dará curación, podemos
prescindir de todo, solo nos salvará si nos cuidamos y cuidamos de los otros,
si tenemos los mejores deseos para todos, ya entendimos que dependemos
plenamente del otro.
Crisis económica y financiera que lleva globalmente el
mensaje que vale más la vida que el dinero, puede ser uno de los pocos casos
donde nos salvamos todos o nos hundimos, estamos en el mismo barco por lo tanto
dejemos de ganar y si tenemos que perder no importa, requerimos es ¡salvarnos!
Tenemos que buscar respuestas, pero antes debemos definir las
preguntas correctas y no necesariamente sobre cómo nos salvaremos, sino, ¿Qué
está sucediendo? ¿Qué nos quiere enseñar la naturaleza? ¿Qué quiere de
nosotros? ¿Para que nos sucede todo esto?
Ojalá la humanidad no se concentre como pasó en la segunda
guerra mundial en lo material, en el mejoramiento de la calidad de vida según
nuestro concepto y que se centró en que la guerra propició grandes avances científicos y tecnológicos,
que permitieron a nivel mundial mejoramientos en todas las áreas de la ciencia.
Los mayores avances tecnológicos que han permitido que hoy tengamos toda clase
de equipos tecnológicos que nos hacen más fácil la vida, pero no se avanzó en
la esencia de la vida que nos permitiera vivir en armonía y en paz.
Un segundo aspecto a tener en cuenta para la correcta
reflexión (preguntas y respuestas) sobre el coronavirus, es el carácter
evolutivo de nuestro universo y que ha sido desde sus inicios dados por el
choque de las fuerzas naturales y que nos ha traído a este presente, desde la
teoría del big bang, la evolución de todas las especies, la desaparición de las
especies gigantes (dinosaurios y demás)
se dieron con una sola finalidad que el hombre pudiera existir y todo su
entorno le brindara esa gran posibilidad, pero seria fatídico pensar que hasta
allí llega esa evolución y que la cúspide es el hombre per se, por esto se han
creado un sin numero de hipótesis hacia donde sigue la evolución y si esta se
da en vida o se continúa después de la muerte.
Para este caso el análisis que nos interesa es como se ha
dado esa evolución donde la naturaleza juega el rol principal, a diferencia de
todos los reinos existentes en la naturaleza el hombre es la única especie que
tiene uso de razón y puede determinar sus propias decisiones (es lo que
creemos) aquí hablamos de libre albedrio, entonces aclaremos, la evolución de
la tierra ha sido a través de grandes fenómenos naturales (reconociendo que no
tiene la capacidad autónoma para la evolución). Pero al hombre se le dio la
capacidad de trabajar autónomamente por su evolución e inicia con la búsqueda
de cuál es el propósito que se tiene para que exista en esta tierra y que lamentablemente
todavía después de miles de años sigue sin descifrar, guerras, hambre,
enfermedades, violencia, intolerancia, individualismo, abusos, corrupción,
pobreza, concentración de la riqueza, sálvese quien pueda, son muchos de los
síntomas que demuestran que a pesar de todo el sufrimiento que se produce por
el mismo hombre, no hemos logrado encontrar el camino hacia la evolución, pero el
plan de evolución debido a esto no se detendrá, por que el hombre no toma
conciencia de su actuar, ya no hemos dejado otro camino a la naturaleza sino el
que se nos lleve a la fuerza a través de un mayor sufrimiento donde nos veamos
obligados a aceptar las leyes generales, independiente de donde provenga el
coronavirus la realidad es que nos ha permitido
globalizar realmente nuestros deseos, acciones e intenciones en torno a una súplica
acabar con el virus, ¡ni un solo infectado más!.
Y nos llegó esta pandemia, reconoceremos al fin que somos
parte de un solo sistema interconectado e interdependiente, que lo que haga
cualquiera de nosotros en cualquier lugar del mundo nos afecta y por lo tanto
todas nuestras acciones deben estar enmarcadas en pensar en el otro y su
efecto, que este evento del virus romperá esos corazones de piedra para que
muera el amor propio y surja el amor al otro (así ese otro no lo conozca en
persona y viva al otro extremo del mundo), que todo mi anhelo y grandes deseos
serán para el otro de manera permanente , que aunque no podamos tocarnos o
vernos desarrollaremos esa capacidad de conectarnos desde nuestras mentes y
corazones permitiendo sentir los deseos y problemas de los demás, que estamos
llamados a cuidarnos los unos a los otros o sea a unirnos en torno a una GARANTIA MUTUA,
donde confío plenamente que el otro está cumpliendo con su misión de cuidarme
como yo también lo cuido. En lugar de “yo” y “ellos”, comenzaremos a ver la
realidad como “nosotros” o “todos nosotros”.
El nuevo mundo requiere que revolucionemos nuestras
relaciones, no por medio de la fuerza, sino dentro de nuestros corazones. Esto
debe suceder dentro de todos y cada uno de nosotros. Pasaremos de una sociedad
“egoísta” a una “altruista”. La etapa nueva y significativa en la evolución es
en realidad un cambio en la conciencia humana. En este proceso debemos
desarrollar gradualmente nuestra percepción y comprensión; debemos construir el
mecanismo de análisis – síntesis de la realidad.
Que la clase social, los títulos, las riquezas, la raza, las
religiones, las ideologías políticas, la orientación sexual, el
entretenimiento, los hobbies, los placeres no tienen importancia real, que nos
dividen, nos estigmatizan, nos violenta, nos degrada y que al final como en
esta pandemia no me sirven de nada si no me cuido, cuido al otro y si el otro
no se cuida y me cuida (garantía mutua), para esto debemos estar por encima de
todas estas cosas y lograr mantener en un mayor nivel buenas relaciones con los
demás esto es vivir espiritualmente.
Parece paradójico porque en este momento el coronavirus está
provocando que nos alejemos, que nos aislemos, que nos dividamos, que veamos en
el otro al enemigo que nos infectará, nuestro trabajo es generar sus opuestos,
pero curiosamente no lo podemos hacer corporalmente y debemos trabajar desde
nuestras mentes y corazones para que sintamos la cercanía, el grupo, la unión
de todos, los amigos, que nos lleve a sentirnos como un solo hombre con un solo
corazón, que el altruismo esté por encima del egoísmo, la fe por encima de la
razón, el amor por el amigo como si fuera nuestro hijo.
La familia (asumida hoy en día como todas las personas que
habitan una casa) es el núcleo de la sociedad y es el momento de fortalecerla
en estos días de confinamiento, donde se generen vínculos mucho mas fuertes de
los que puedan existir, si como familia no estamos fuertes en el amor de los
unos por los otros, en sentir como propios los deseos y necesidades de los
otros, será muy difícil salir a una sociedad donde solo vemos extraños, entonces
a trabajar en el amor propio que debe morir y nacer en el amor por el prójimo.
Se maginan que un día al levantarse ya no tendrán mas
preocupaciones por que nuestros hijos podrán salir a la calle sin ninguna clase
de temor, ya no hay violencia, no hay robos, podrán ir al colegio
tranquilamente, mientras sus padres disfrutaran de un buen café, no tienen
necesidades económicas, ni problemas de salud, todos se cuidan entre todos,
nuestros hijos son los hijos de todos, nos preocupamos mas por las necesidades
de los demás que las propias, es ese mundo ideal que todos queremos lleno de
paz, armonía y felicidad, donde todos cuidamos de las relaciones con los demás.
Ese día podremos decir que evolucionamos, dejamos de ser seres dependientes de
lo material y nacemos a un mundo espiritual donde es mas importante el amor por
los demás que cualquier otra cosa del mundo.
Definitivamente el coronavirus llego para que pasemos de la
corporeidad a la espiritualidad. ¡Evolución!